La viscoelástica es uno de los materiales mejor considerados dentro del mundo de los productos de descanso. Y no en vano se lleva este mérito.
Pero, ¿sabes realmente qué es la viscoelástica?, ¿puedes reconocer sus diferentes calidades?, ¿qué ventajas y desventajas tiene? En este artículo te explicamos todo lo que tienes que saber de este material y qué debes tener en cuenta al escoger tu colchón con viscoelástica.
¿Qué es la viscoelástica?
La viscoelástica es un material sintético formado por una espuma de poliuretano que presenta, simultáneamente, propiedades viscosas y propiedades elásticas que le otorgan características especiales. Por un lado, tiene la capacidad de distribuir uniformemente el peso y la presión en su superficie, absorbiendo los golpes.
Por otro lado, es termo adaptable, es decir, modifica su elasticidad al contacto con el calor corporal, por eso es capaz de amoldarse perfectamente. Pero, al perder ese contacto, se enfría y recupera rápidamente su forma original.
Hoy en día es uno de los materiales más valorados en la industria del descanso tanto por fabricantes que buscan crear colchones de calidad, como por usuarios que quieren una sensación de acogida agradable así como una mayor adaptación al cuerpo.
Tipos y calidades de viscoelástica
Tras muchos años en el mercado, la viscoelástica ha ido evolucionando, dando lugar tanto a diferentes procesos de fabricación como a la incorporación de nuevos materiales. Actualmente, se pueden encontrar diferentes tipos de viscoelástica:
Viscoelástica espumada o de poro abierto. En este proceso se trabaja con un molde abierto al cual se vuelcan los ingredientes y se añade un componente químico que actúa como agente activante, que hace que la mezcla multiplique su tamaño. El resultado es una viscoelástica de poro abierto que favorece la circulación del aire por su interior, por lo que es más fresca, pero tiene menor capacidad adaptativa.
Viscoelástica de poro cerrado. En este caso, se utiliza un molde cerrado en el cual se inyecta la mezcla. Así, se obtiene una visco con poros más reducidos y, por lo tanto, más densa, de modo que ofrece una adaptabilidad óptima pero genera más calor.
Viscoelástica vegetal. Se le suele denominar así a aquella en la cual se añaden componentes como soja o aloe vera. Según los fabricantes, las ventajas de este tipo de visco es que la adición de estos materiales permite mejorar aspectos como la acumulación de la humedad o los olores, entre otros. No obstante, ten en cuenta que el contenido de estos materiales en la mezcla no suele ser mayor del 10%, por lo que realmente no se trata de un material vegetal como tal. Dentro de este tipo encontramos el viscografeno.
Viscografeno. Se trata de un tipo de visco en la cual se introduce grafeno en la fabricación. El grafeno mejora la conductividad térmica, por lo que disminuye la acumulación de calor y además es anti bacterias y evita la electricidad estática.
Viscogel. En este material se combina viscoelástica con gel frío. Este polímero se inyecta en la visco para reducir la sensación de calor y, a la vez, permite que se evacúe mejor la humedad.
Ventajas y desventajas de la viscoelástica
Como todos los materiales, la viscoelástica tiene sus pros y sus contras. Sus ventajas:
Reduce la transmisión de movimientos. Por lo que es ideal tanto para camas de matrimonio como para personas que duermen solas, pero se mueven mucho durante la noche, ya que no se despertarán por el cambio de postura.
Presenta una gran capacidad de adaptación a la forma del cuerpo. De modo que permite una correcta alineación de la espalda y reduce los puntos de presión producidos por caderas y hombros, independientemente de la postura que tenga cada uno al dormir. Gracias a esto, ayuda a que los músculos se relajen, reduciendo tensiones y favoreciendo la correcta circulación sanguínea.
Por otro lado, en lo que respecta a desventajas:
Puede dar cierta sensación de calor. Especialmente, si se trata de viscoelásticas de mayor densidad. No obstante, los fabricantes suelen tenerlo en cuenta y la combinan con otros materiales como el hidrogel, para mantener la superficie, o con un núcleo de muelles ensacados, que favorece la ventilación del colchón, así como le dan tratamientos especiales en su fabricación como la viscoelástica de poro abierto.
Es un material caro. Es verdad que la viscoelástica no es un material barato, especialmente, si buscas que sea de calidad. Lo que suele elevar el precio es la cantidad de viscoelástica que lleve (cuántas capas y de qué grosor) y la densidad del material. No obstante, hay colchones con este material que son bastante asequibles, aunque has de tener en cuenta que para beneficiarte de las ventajas de la viscoelástica, la capa no puede ser inferior a 3 cm, con menos de eso, es como si no llevara visco.
6 consejos para comprar el mejor colchón viscoelástico
Al elegir un colchón de viscoelástica, es necesario tener en cuenta estos aspectos:
Densidad
La densidad de la viscoelástica se mide en Kg/m³, valor que depende de los materiales utilizados y de la proporción entre polímeros y aire.
Es una característica que está ligada directamente a la calidad y durabilidad del material. Cuanto más alta es la densidad, más potenciadas están sus propiedades y mayor durabilidad tendrá. Se clasifica en tres grados: baja (hasta 50 kg/m³), media (50-65 kg/m³) y alta (65-115 kg/m3).
Grosor de la capa de viscoelástica
Una de las dudas que suelen surgir es ¿cuántos centímetros de viscoelástica ha de tener un colchón bueno? La respuesta depende de tus necesidades.
Cuanto más gruesa es la capa, más se nota el efecto memoria, pero también se acumula más calor y puede aumentar la sensación de atrapamiento.
Esto último es importante si te mueves mucho al dormir, porque puede dificultarte los giros si la capa es muy gruesa (más de 5-6 cm).
Por otra parte, hay un mínimo y son 3 cm. Con menos de eso se pierde el efecto memoria. Muchos fabricantes indican que su colchón es de viscoelástica, pero realmente, si prestas atención a su estructura de capas, el grosor de este material es menor. Por lo que, aunque un colchón incluya visco, no significa que realmente se puedan disfrutar de sus beneficios si la capa es muy fina.
Pero tampoco hay que pasarse: lo ideal es que la capa de visco no supere los 5 cm de grosor, a menos que busques un colchón muy mullido y no seas de moverte al dormir, en cuyo caso, podrías escoger un colchón con una capa de visco de hasta 7 u 8 cm.
Núcleo
No hay colchones completamente de viscoelástica, porque se trata de un material muy blando y nos hundiríamos en exceso en él. Por eso, siempre se trata de colchones mixtos, que combinan la visco con un núcleo de otro material.
- Muelles ensacados. Son ideales para personas que pasan calor al dormir o viven en climas cálidos y tienen una excelente independencia de lechos.
- Espuma. Son colchones más económicos, porque la espuma abarata la fabricación, pero transpiran menos y su independencia de lechos no suele ser tan buena.
- Látex. De gran flexibilidad, son colchones muy adaptables. Proporciona larga durabilidad y, además, es hipoalergénico. No obstante, no son colchones muy transpirables y su precio suele ser elevado.
El núcleo también determinará con qué tipos de bases es compatible el colchón.
Por ejemplo, si es de muelles ensacados, no te recomiendo usarlo sobre un somier de láminas porque podría reducir su vida útil.
Temperatura
Dada la capacidad termo-adaptable de la viscoelástica, es posible notar cierta sensación de calor al dormir. Por eso, hay colchones con partículas de gel termorregulador para ayudar a disiparlo.
También será más fresco si el núcleo es de muelles ensacados en vez de espuma o látex. Y las fundas pueden ayudar si son de tejidos transpirables o incluyen platabandas con tejido de malla en los laterales o la parte inferior que favorezcan la ventilación del interior del colchón.
¿Con qué bases de cama es compatible?
La viscoelástica es un material muy versátil, pero según los materiales del núcleo será compatible con un tipo diferente de base:
Si tiene núcleo de muelles o muelles ensacados, se puede utilizar sobre una base sólida como bases tapizadas, canapés o un tatami. Sin embargo, no te aconsejo los somieres de láminas porque el colchón se podría deformar prematuramente.
Si tiene núcleo de espuma, se puede utilizar sobre todo tipo de bases, pero las más recomendables son las que favorecen la ventilación del colchón, como las de láminas. Se puede usar también con bases articuladas, pero dependerá de la densidad de la espuma, ya que si no es blanda, no podrá doblarse correctamente.
Si tiene núcleo de látex, sucede lo mismo que con los de espuma. Son aptos para todo tipo de bases, pero es mejor evitar colocarlos sobre bases sólidas como el tatami o las bases tapizadas, porque bloquean aún más la circulación del aire por el interior del colchón, algo básico para cuidar de este material. Por otra parte, dada su gran flexibilidad, estos son completamente aptos para camas articuladas.
Durabilidad
Dadas las características de la viscoelástica, se trata de un material muy durable y puede mantenerse en buen estado hasta 15 años.
No obstante, la recomendación general, sea cual sea el material del colchón, es reemplazarlo a los 10 años de uso como máximo. Aunque pueda parecer que está bien, la firmeza original se reduce y las condiciones de higiene se ven afectadas, por lo que no es aconsejable seguir utilizándolo.
Para poder aprovecharlo durante toda su vida útil, cuida tu colchón con estos consejos de limpieza y mantenimiento.
Conclusiones
La viscoelástica destaca por su capacidad adaptativa que dota de gran confort a los equipos de descanso. Además, se trata de un material de gran durabilidad. Para asegurarte de que estás haciendo una buena elección has de verificar que tiene una densidad de, al menos, 50 kg/m3 y que el grosor de la capa es el adecuado para tu peso.
Y si eres de pasar calor en la cama, ten en cuenta también que lleve algún tratamiento o material añadido que ayude a refrescar la superficie o que mejore la circulación de aire del colchón.