A pesar de que el sueño es una necesidad biológica gracias a la cual nuestro cuerpo y mente se recuperan y funcionan correctamente, ¿sabes que dormir demasiado puede ser un trastorno del sueño, un síntoma de enfermedad o el origen de diferentes problemas de salud?
Cuando hacemos referencia a los trastornos del sueño, directamente pensamos en el insomnio o la apnea. Sin embargo, la hipersomnia es un trastorno que provoca que la persona que lo padece necesite dormir más horas de las recomendadas para que su cuerpo se recupere de la fatiga diaria.
Si eres de los que duermen prolongadamente durante la noche y, aún así, te sientes somnoliento durante el día, quiero contarte cuáles son las posibles causas y cómo puede afectar a tu salud dormir mucho.
¿Cuántas horas hay que dormir?
Aunque las necesidades de sueño varían a lo largo de la vida y de una persona a otra. En general, la cantidad de sueño que necesitamos depende de diferentes factores, entre ellos:
La edad
Nivel de actividad
Hábitos de salud
Estilo de vida
Estudios realizados conjuntamente por la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño y la Sociedad de Investigación del Sueño coinciden en recomendar dormir entre 7 y 9 horas diarias para los adultos sanos y que no padecen ningún trastorno del sueño.
La alteración, ya sea en menor o mayor cantidad de horas, afecta a la función vital que el sueño ejerce en el ser humano.
Los efectos de un descanso insuficiente no solo se notan al día siguiente, si no también a largo plazo. Dormir mal en un periodo largo o de forma crónica también afecta a nuestra salud, aumentando la disfunción del sistema metabólico, lo que ocasiona problemas de obesidad y del control de la alimentación. También afecta a la salud cardiovascular.
Dra. Carla Estivill, medicina del sueño
Pero, de igual forma que la cantidad, la calidad del sueño es otro factor de gran importancia, ya que aún durmiendo el tiempo recomendado, puede que el sueño no sea lo suficientemente reparador o que esté fragmentado.
En este caso, mejorar la higiene del sueño puede revertir en un aumento tanto de la cantidad como de la calidad del mismo.
Para que puedas tener una idea más clara de los patrones de sueño, te detallamos cuántas horas debería dormir cada grupo de edad:
- Recién nacido (0-3 meses): 14-17 horas
- Bebés (4-11 meses): 12-15 horas
- Niños pequeños (1-2 años): 11-14 horas
- Preescolar (3-5 años): 10-13 horas
- Edad escolar (6-13 años): 9-11 horas
- Adolescente (14-17 años): 8-10 horas
- Adulto joven (18-25 años): 7-9 horas
- Adulto (26-64 años): 7-9 horas
- Adulto Mayor (65 años o más): 7-8 horas
¿Dormir mucho es malo para nuestra salud?
El sueño es una necesidad básica, por lo que es muy común pensar que, dormir en exceso, puede ser beneficioso y revierte directamente en un mejor descanso. Pero, dormir más de lo normal (8 o 9 horas diarias) puede llegar a ser tan perjudicial como dormir muy pocas horas.
Al levantarnos por la mañana, nos podemos preguntar: ¿cómo me despierto? Si me siento con ganas de hacer cosas, con energía, eso quiere decir que mi sueño ha sido reparador. Pero si me levanto cansado, quizás mi sueño no ha sido suficiente o no ha sido de calidad.
Dra. Nuria Roure, psicóloga para trastornos del sueño
Según algunos estudios, existe una asociación entre la duración habitual del sueño, tanto si es más corta o más larga de lo habitual, con resultados adversos para la salud:
Afecta al estado de ánimo. De hecho, las alteraciones como la depresión se relacionan con los trastornos del sueño. Aumenta el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular. Aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo II. Puesto que existe menos tiempo para realizar actividades físicas y un menor control en los horarios de comidas, facilita la posibilidad de padecer obesidad. Envejece el cerebro y contribuye al deterioro cognitivo. Afecta a la concentración. Mayor tasa de mortalidad.¿Por qué duermo mucho y sigo con sueño?
Dormir mucho en momentos puntuales no tiene por qué ser perjudicial. Por ejemplo, durante el periodo de una enfermedad, es normal sentir mayor necesidad de dormir. El problema surge cuando el hábito de dormir muchas horas nocturnas y durante el día se convierte en una rutina que se prolonga en el tiempo.
A continuación te contamos cuáles son las posibles causas que generan una gran necesidad de dormir.
Hipersomnia
Ya hemos hecho referencia a la hipersomnia, un trastorno que hace que la persona que lo padece se sienta cansada y desorientada después de haber dormido durante un largo periodo de tiempo. Sus síntomas son:
Ansiedad
Inquietud
Pérdida del apetito
Falta de memoria
Inadaptabilidad social
Apnea obstructiva del sueño
Se trata de un trastorno que interrumpe el ciclo natural del sueño, por lo que también puede provocar una mayor necesidad de dormir.
Consumo de alcohol, drogas o medicamentos
Dormir demasiado también puede estar causado por el consumo de alcohol o de sustancias químicas como drogas. Algunos medicamentos para el tratamiento del cáncer o los inmunosupresores tienen como efecto secundario más sueño.
Condiciones médicas
Algunas condiciones médicas como la depresión y la demencia, problemas con el tiroides, enfermedades de los riñones y del hígado también se asocian a la necesidad de dormir en exceso.
Cuándo acudir al médico
No es necesario que te preocupes si tu necesidad de dormir demasiado es puntual, ya que no tiene por qué ser indicativo de la existencia de un problema de salud.
En cambio, si tu patrón de sueño es largo y aún así necesitas dormir durante el día, puede que tu cuerpo esté mostrando un síntoma de algún problema que requiere atención médica.
No es suficiente con dormir las horas recomendadas, hay que dormir bien para que el sueño sea totalmente reparador. Conseguir una buena calidad de sueño no es una misión difícil, solo tienes que adquirir nuevos hábitos en tu rutina diaria. Las siguientes recomendaciones pueden ser de gran ayuda: Actividad física diaria: Hacer ejercicio todos los días, sobre todo por la mañana o antes de cenar, favorece la aparición del sueño nocturno. Si quieres hacer antes de ir a dormir, lo más recomendable es algo suave tipo los estiramientos. Nos hemos acostumbrado a un estilo de vida muy pasivo y nuestro cuerpo está hecho para ser activo y estar en continuo movimiento. Paula Vega, fisioterapeuta y osteópata Respeta los horarios: Procura levantarte y acostarte todos los días a la misma hora porque esto mantiene equilibrado los ritmos circadianos naturales de nuestro cuerpo. Siestas: Aunque las siestas son buenas, para que no afecte a la calidad de tu sueño nocturno, no debe sobrepasar los 20 o 30 minutos. Las personas con insomnio tienen privación del sueño y, durante el día, están muy cansados. En esta situación, una siesta de media hora durante el día es muy recomendable. Dra. Carla Estivill, medicina del sueño La cama solo para dormir: Evita en la medida de lo posible el uso de dispositivos móviles o ver la televisión en la cama, ya que la luz que estos aparatos emiten interfieren en el sueño. Equipo de descanso de calidad: Un buen colchón y almohada será de gran utilidad para lograr un sueño de calidad, puesto que de estos elementos depende que tu cuerpo adquiera la postura correcta para descansar correctamente. De igual forma, la ropa de cama debe proporcionar la comodidad que tu cuerpo necesita, especialmente si duermes desnudo. Meditar: Calmar tu mente y controlar tu respiración te facilitará el descanso al estar más relajado, así que puedes meditar algunos minutos al día. También te servirá usar técnicas que te relajen, como puede ser el ASMR o practicar regularmente el mindfulness. Cena ligera: Procura cenar al menos una hora antes de ir a la cama, evitando las comidas copiosas y las bebidas estimulantes. El sueño no viene de golpe, si no que se prepara unas 2 horas antes de ir a dormir. Un truco es marcar la hora de la cena, que debería ser entre las 20 y las 21 horas, como el punto del día en el que cerramos todo lo demás y nos preparamos para descansar. Dra. Carla Estivill, medicina del sueño Si te encuentras en una situación en la que duermes más de lo que está recomendado, en principio no debes preocuparte, puede tratarse de algo puntual que tiene solución si se erradica el problema que lo origina. En caso contrario, es recomendable que acudas a un profesional de la salud para que valore tu trastorno de sueño. Pero sí debes tener muy claro que no solo importa la cantidad de sueño sino que su calidad es igual de importante. Adquirir unos hábitos de vida saludable y una rutina diaria para mejorar la calidad del sueño, puede ser más que suficiente para que consigas descansar adecuadamente.Consejos para mejorar la calidad del sueño
Conclusiones