La sangre, por su composición, se oxida y se seca, adhiriéndose a los tejidos, por tanto, es difícil de quitar. Lo que se complica aún más en los colchones, ya que estos, además, son gruesos y esponjosos, y no se pueden meter en la lavadora.
Si tu colchón tiene alguna mancha de sangre, no te preocupes porque hay formas de eliminarlas, con métodos sencillos y productos que es posible que tengas en casa. A continuación te explicamos qué hacer, los productos a utilizar y los pasos a seguir.
Actuar lo antes posible
Lo importante es actuar lo antes posible, no obstante, no te preocupes, porque la sangre seca también se puede quitar.
El primer paso es pasar un paño o esponja remojado con agua fría por la mancha (puedes utilizar incluso cubitos de hielo). Hazlo dando pequeños toques. Nunca utilices agua caliente, puesto que, en lugar de quitarla, conseguirás que se fije aún más, dificultando su eliminación.
¿Qué se puede utilizar para quitar manchas de sangre de un colchón?
Se pueden utilizar productos específicos como los limpiadores enzimáticos, ya que están elaborados a base de enzimas que aumentan la velocidad de las reacciones químicas y así consiguen disolver y degradar las moléculas que conforman la mancha.
Pero si no tienes en casa y no puedes comprar, también hay algunos trucos caseros para quitar las manchas de sangre de manera efectiva. A continuación, te explicamos cada uno de ellos, desde el más delicado al más fuerte.
Agua y jabón
Mezcla dos tazas de agua fría con una cucharada de detergente (puede ser de lavavajillas), impregna un paño con esta mezcla y pásalo sobre la mancha. Frota la zona cuidadosamente (puedes usar el mismo paño o un cepillo suave). Finalmente, enjuaga con un paño limpio y humedecido con agua fría y seca con papel de cocina u otro paño seco para quitar la humedad.
Agua con sal
Llena una botella de spray con 1 taza de agua fría y 2 cucharadas de sal. Mézclalo bien y rocía con este líquido la zona manchada del colchón. Esto va a hacer que la sangre se vaya desprendiendo, por lo que debes aprovechar para frotar con un paño seco hasta absorberla por completo. Si el trapo se ensucia demasiado de sangre, lávalo o cámbialo por otro trapo seco.
Puedes repetir el rociado si hace falta. Al acabar, una vez la mancha haya desaparecido, procura absorber toda la humedad posible con papel y déjalo secar.
Bicarbonato de sodio
El bicarbonato también es una solución poco abrasiva, pero muy efectiva. Esparce primero el bicarbonato sobre la mancha de sangre y a continuación rocíalo por encima con vinagre blanco. Verás que la mezcla empieza a hacer burbujas. Déjala actuar, por lo menos, unos 30 minutos.
Pasado el tiempo de reposo, límpialo con un paño húmedo para quitar los restos y hasta eliminar el olor a vinagre.
Agua oxigenada
El agua oxigenada es el remedio más efectivo para eliminar las manchas de sangre, pero también, más agresiva que las soluciones anteriores, por lo que es conveniente no aplicarla en materiales delicados.
Si la quieres usar sola, simplemente has de esparcirla por encima de la mancha, dejarla actuar unos segundos hasta que desprenda la mancha y, luego, absorberla con un paño limpio y seco. Esto se puede repetir si aún quedan restos.
También la puedes combinar con otros ingredientes:
- Mezclando media taza de maicena con un cuarto de taza de agua oxigenada y una cucharada de sal. Conseguirás una pasta que has de aplicar encima de la mancha y dejar actuar una media hora, aproximadamente.
- También puedes mezclar un cuarto de taza de agua oxigenada con una cucharada de detergente líquido y sal. Igual que con la mezcla anterior, la tienes que esparcir sobre la mancha y dejarla que actúe durante 30 minutos.
Amoníaco
El amoníaco es una solución un poco más fuerte, por lo que tampoco es recomendable aplicarlo sobre superficies delicadas (no lo utilices en lana, seda ni en colchones viscoelásticos).
¿Cómo sacar manchas de sangre seca o antigua?
Si no hemos podido limpiar la mancha al momento, la hemos advertido una vez seca o, incluso, si ya ha pasado un tiempo desde que el colchón se manchó, lo primero que tenemos que hacer es humedecerla con agua fría para facilitar su extracción.
Luego, lo más efectivo para manchas de sangre que no son recientes, es el agua oxigenada, exceptuando los materiales más delicados como la viscoelástica o el látex, donde convendrá que emplees agua con sal o bicarbonato.
Quitar manchas de sangre del colchón viscoelástico
Si se trata de un colchón de viscoelástica, hay que tener un poco más de cuidado al limpiar la sangre. En este caso, te recomendamos emplear agua con sal o bicarbonato, que son los productos menos abrasivos.
Recuerda, también, que no es conveniente remojar mucho este tipo de espumas, puesto que su densidad dificulta la evacuación de la humedad y, si no se seca bien, podrían aparecer moho u hongos.
Otro consejo que, en realidad, aplica a todo tipo de colchones, es no frotar mucho ni emplear cepillos duros, para evitar que se deshilache o se hagan pelotillas en el tejido.
¿Cómo limpiar las sábanas manchadas de sangre?
Si se trata de una mancha reciente, puedes hacerle un prelavado con agua y jabón. Si, en cambio, es una mancha ya seca o más antigua, puedes emplear agua oxigenada, vinagre blanco, bicarbonato de sodio, sal o amoníaco.
En el caso del agua oxigenada, la tienes que aplicar sobre la mancha y dejarla actuar entre 30 y 60 minutos. Luego enjuágala con agua fría.
Una vez pretratadas, ya puedes meterlas en la lavadora, escogiendo un lavado en frío.
Protección para evitar manchas de sangre en el colchón
Aunque estos trucos son efectivos, es preferible prevenir este tipo de manchas. La mejor solución es colocar un protector o funda impermeable entre el colchón y la sábana bajera, incluso si el colchón dispone de funda extraíble.
Los protectores suelen ser fáciles de lavar y nos ayudan tanto a mantener la higiene como a prolongar la vida útil del colchón.
Conclusiones
Resumiendo, el mejor aliado para eliminar una mancha de sangre de un colchón es la rapidez, cuanto antes actuemos mejor.
No obstante, aún si la mancha es vieja, también es posible limpiarla. Para ello puedes utilizar productos específicos como los limpiadores enzimáticos o recurrir a soluciones caseras como el bicarbonato, el agua oxigenada o el agua con sal, entre otros, productos más económicos y que seguro tienes en casa.