Con la cantidad de marcas y modelos de colchones que hay hoy en día en el mercado, se hace difícil encontrar el más adecuado. La viscoelástica y el látex son los materiales favoritos para quienes buscan una buena sensación de acogida y una alta adaptabilidad, pero ¿cuál es mejor de los dos? En realidad, depende de las necesidades de cada uno.
En este artículo te hablamos de las características de ambos materiales, sus tipos, ventajas y desventajas y te orientamos con lo que debes tener en cuenta para evaluar cuál es mejor para ti.
¿Qué es la viscoelástica?
La viscoelástica es un material sintético, viscoso y elástico, que tiene la propiedad de ser termo reactivo, es decir, que en contacto con el calor del cuerpo, gana flexibilidad para amoldarse perfectamente a este, repartiendo uniformemente su peso y evitando los puntos de presión. Por ello, es altamente ergonómica y no transmite el movimiento, características muy útiles para los colchones.
Esta espuma de poliuretano, además, es de alta resiliencia, es decir, recupera completamente su forma original tras haber sido comprimida incluso hasta un 10% de su tamaño. Esto, además, favorece una gran durabilidad.
Su firmeza puede ser baja, media o alta dependiendo de la densidad y el grosor de la capa. Hay que tener en cuenta que, a mayor densidad, mayor firmeza. Por otro lado, cuanto más gruesa es la capa, más blanda es.
Tipos de Viscoelástica
Según su proceso de fabricación o los materiales empleados en ella, la viscoelástica puede ser de varios tipos.
Por otro lado, encontramos la viscoelástica de poro abierto, que propicia la ventilación, pero sacrifica adaptabilidad al tener menor densidad.
También hay otros tipos según los materiales que se añaden durante la fabricación. Uno de ellos es la viscoelástica vegetal, en la cual se añaden componentes vegetales como soja, aloe vera o minerales como el grafeno. Este último es el viscografeno, que se caracteriza por ser antibacteriano, mejorar la conductividad térmica, disminuye la acumulación de calor y evita la electricidad estática.
Otra clase es el viscogel, material que combina viscoelástica con gel frío. Este polímero inyectado en la viscoelástica ayuda a reducir la sensación de calor y permite que se evacúe mejor la humedad.
Ventajas y desventajas de la viscoelástica
Ventajas:
Gran adaptabilidad y ergonomía. Ayuda a disminuir las tensiones musculares y nerviosas, lo que repercute, a la vez, en una mejora de la circulación sanguínea.
Alta independencia de lechos. Es ideal para camas de matrimonio o personas que se mueven mucho al dormir (en este último caso la capa debe ser de entre 3 y 5 cm).
Larga durabilidad. Al no deformarse, la viscoelástica se puede mantener en buen estado hasta 15 años. No obstante, la durabilidad del colchón en sí dependerá de la calidad de los materiales del resto de las capas, especialmente de su núcleo.
Desventajas:
Es más cálida. No significa que el material acumule calor, sino que, al reaccionar a la temperatura del cuerpo, puede sentirse cálida al contacto y esto se potencia más, cuanto más densa es la viscoelástica. La solución no es renunciar a su gran adaptabilidad, sino que, si sueles pasar calor en la cama, es recomendable que escojas colchones que lleven viscogel (material que refresca la superficie), por ejemplo, o que te decantes por modelos que lleven núcleo de muelles ensacados, que mejora la transpirabilidad.
Es un material caro. Sí, es un material que suele encarecer los colchones. Cuanto más densa es la viscoelástica y más gruesa es la capa, más se incrementa el precio.
¿Qué es el látex?
Sus características principales son la elasticidad y la firmeza, por lo que también ofrece adaptabilidad, reparte el peso y evita los puntos de presión. Pero aunque se nota esponjoso, es más firme que la viscoelástica y, por tanto, los colchones suelen ser un poco más duros.
Tipos de látex
Existen 2 tipos de látex:
El primero en salir al mercado fue el látex Dunlop, el cual se caracteriza por ser un material de grano más grueso y, en consecuencia, más denso, de modo que ofrece un soporte firme y resistente. No es, en cambio, el tipo de látex más adaptable, por lo que suele emplearse para los núcleos de los colchones.
El segundo tipo, el látex Talalay, tiene más burbujas y las células están más estiradas, por lo que es menos denso y más flexible, es decir, es muy adaptable y ofrece un soporte bastante más suave. Por ello, suele emplearse en las capas de confort del colchón (las superiores).
Ventajas y desventajas del látex
Ventajas:
Muy buena adaptabilidad. Es un material que se adapta bien a la forma del cuerpo y no se hunde más de lo necesario, por lo que ofrece un buen soporte y permite una correcta alineación de la espalda.
Larga durabilidad. Los colchones de látex natural con un mantenimiento adecuado pueden mantenerse en muy buenas condiciones hasta 12 años.
Alta independencia de lechos. No transmite el movimiento, por lo que es buena opción para camas de matrimonio.
Antiácaros. Los ácaros no pueden anidar en él, por lo que es ideal para personas que padecen alergias.
Desventajas:
No evacua bien la humedad. No está recomendado para climas húmedos o viviendas con humedad y tampoco es aconsejable utilizarlo con bases cerradas.
Requiere mayor mantenimiento. Es imprescindible girarlo, voltearlo, airearlo, lavar la funda con regularidad y utilizar un protector de colchón, si se quiere conservar en buen estado.
No es barato. No suelen ser colchones muy asequibles, especialmente los de látex natural.
Hay personas que son alérgicas a este material.
Qué es mejor: ¿colchón de látex o viscoelástica?
No hay una respuesta definitiva o general sobre cuál de los dos es mejor. Ambos son muy buenos materiales y la elección entre uno u otro depende en realidad de las necesidades y hábitos de descanso de cada durmiente, si es para cama individual o para dormir dos personas, el clima del lugar y los niveles de transpiración.
Tienen en común que ambos aportan una muy buena adaptabilidad al cuerpo. Son materiales que alivian los puntos de presión y nos permiten disfrutar de una postura más natural, por lo que son ideales para personas que tienen dolencias en la espalda o incluso problemas circulatorios.
Ten en cuenta, no obstante, que la viscoelástica nunca se utiliza como material único, ya que un colchón no puede tener núcleo de este material porque se hundiría en exceso. Se utiliza en las capas de confort, es decir, las superiores, por lo que sus características varían en función de los materiales con los que se combine (firmeza, transpirabilidad, durabilidad y precio).
El látex, en cambio, puede emplearse como capa pero también como material único. Estos últimos suelen ser suaves, pero de firmeza media-alta, por lo que son una buena elección para personas mayores, que necesitan un colchón firme, pero a la vez mullido y adaptable debido a la pérdida de masa muscular.
El látex no está recomendado, en cambio, para quienes vivan en climas muy cálidos y húmedos, dado que no es un material muy transpirable. De hecho, si no está combinado con un núcleo de muelles, no es recomendable utilizarlo sobre bases cerradas, porque no tiene buena ventilación y tiende a acumular humedad en su interior.
La visco, en cambio, no acumula tanta humedad, pero sí que tiene una sensación más calurosa por ser termo adaptable, de modo que si la persona suele pasar calor al dormir, es aconsejable que opte por una visco con gel, por ejemplo:
Nota: si la ves en móvil desplaza la tabla con el dedo para ver todas las columnas.
Viscoelástica | Látex | |
---|---|---|
Independencia de lechos | Alta | Alta |
Firmeza | Baja, media o alta | Media-alta |
Adaptabilidad | Alta | Alta |
Transpirabilidad | Media | Baja |
Durabilidad | Alta | Alta |
¿Qué son los colchones de viscolátex?
Aunque se preste a confusión, el viscolátex no es un material en sí, sino que se trata de un concepto creado por el marketing para llamar de manera más atractiva y vendible a los colchones que combinan ambos materiales.
Conclusiones
Como hemos visto, tanto la viscoelástica como el látex son materiales con excelentes cualidades, por lo que la elección entre uno u otro no depende de cuál es mejor en general, sino, en realidad, de cuál es mejor en cada caso particular.